La Mision:
Hace ya algunas horas que la noche arropaba las estructuras de concreto construidas sobre el podrido suelo de este monte, mientras un grupo de tres seres nocturnos se arrastraba por entre las sombras devorando cuanto alcohol encontraban en su camino que en esos momentos escaseaba- a pesar de saber que no encontrarían mas al terminar con lo que se había logrado recolectar, se dispusieron a tragar con sus enormes fauces de bestia infernal aquellas pequeñas latas de lucidos colores, mientras escupían una que otra bocanada de humo que dibujaba una cierta seña de placer en sus rostros, después de unos minutos las latas acababan mordisqueadas por los suelos.
Las bestias continuaban con su autodestrucción. Mientras uno de ellos se colapsa sobre el suelo empapado de una asquerosa y fétida baba verde que salía de entre su hocico hasta llegar a sus enormes patas torcidas, es entonces cuando del fondo de un pozo que conduce directamente al infierno aparece otro de estos crápulas, con aspecto apacible y el rostro prácticamente sin forma, era una bestia al parecer mas vieja que las demás y la oscuridad le había otorgado sabiduría, de esa que solo tiene el diablo. Y la brutalidad de las cloacas le había arrancado uno que otro diente.
El frío apretaba, la bestia mas vieja tiraba al viento sus chillidos que contaban historias pasadas, mientras que el viento traía consigo el rumor de un perfume barato, con un ligero olor a tristeza, entonces las tres bestias esfuerzan sus asquerosos cuerpos en un salto de entre los matorrales secos y orinados para emprender un viaje, un viaje sin destino aparente.
Arrastrándose por entre las sombras y las paredes, en busca de la fuente de aquel podrido olor, recorrían una tras otra cada alcantarilla a su paso, mezclando las aguas infestadas de mierda con alcohol que arrancaban de los cuerpos que encontraban muertos a su paso. La luna era testigo de cada uno de los pecados de estos infernales seres, y mientras tanto esta sollozaba en su soledad al ver tanta porquería moviéndose al mismo tiempo. La noche seguía consumiendo los débiles cuerpos de estas extrañas cosas la vida empezaba a ser lo único en sus bolsillos, ubicados en una parte cerca de su caparazón oscuro de insecto.
La muerte comenzaba a seguirles los pasos, pero había algo aun peor, de entre el escombro de una iglesia saltaban cuervos con sus enormes ojos rojos y sangrantes puestos sobre nuestras arañas. -¡Escuchas, ¿escuchas algo?!- Se preguntaban entre si
El silencio se rompía cada vez mas arriesgando la vida ya no había nada mas que perder, así que era posiblemente su ultima noche. Mientras avanzaban en círculos y espirales en busca de aquel perfume, se escucha de pronto una canción, al fondo de un enorme contenedor de basura exactamente en el centro de las ruinas de esta ciudad.
¡El perfume salía de allí! –Decían las bestias- la emoción era tanta que sus estruendosos chillidos envenenaban el aire sin importarles siquiera que los cuervos les buscaban para comerse su carne. Se abalanzaron arrastrándose por las paredes cada cual con una o dos patas colgando gracias al cansancio, al fin habían llegado a la entrada de aquella tubería, de donde salía la música y el perfume. Miran de frente la entrada, y avanzan lentamente evitando la mierda y la lama colgada en las paredes, hasta que sus caras repletas de pequeños ojos agachan enseguida al suelo gracias a la luz de neon que quemaba sus sensibles miradas acostumbradas a la oscuridad.
No pasaron mas de cinco minutos cuando lograron abrirlos y observar aquello que habían logrado encontrar, era el cielo y el infierno al mismo tiempo, un lugar tan hermoso como el paraíso, pero tan tristemente podrido como el infierno, algo simplemente inexplicable, donde la maldad y la bondad se sentaban a tomar mezcal. Donde Jesús cristo y Satanás eran homosexuales y tenían sexo salvaje. Un lugar habitado por arañas blancas y horrendas que ofrecían su carne por algunas monedas en aquel podrido agujero. Sobre una barra estaba la cucaracha más gorda, y les sirvió dos botellas enormes de alcohol a las tres bestias que continuaban incrédulas de aquello que percibían sus cientos de pequeños ojos. La araña mas vieja se abalanzaba sobre las blancas para intentar llevar algo a casa solo por esa noche, mientras las otras dos bestias continuaban devorando las botellas, de pronto una canción rompe el silencio. Y todos los insectos en el agujero se distraen mientras la cucaracha obesa cierra las puertas y al parecer a nadie le importa, afuera todo continua moviéndose igual, con la exactitud habitual, aunque adentro la noche quede atrapada sin poder escapar afuera faltan solo dos horas para que amanezca. Sirven la última botella y la sangre empieza a correr por el lugar entre las patas y las fauces de bestias, arañas e insectos, es entonces cuando el portón de nuevo es abierto y la cucaracha ordena salir a todos, mientras les invitaba a regresar, yo que había sido toda la noche la mas pútrida de esas tres bestias pude escuchar: ¡Pueden regresar mañana, que la misión acaba de cerrar!, entonces supe que solo era otra noche mas.
DezkiizziiadO.
antes morir que perder la vida.
mi mente vuela en alas de la anarquia.
el conflicto exterioriza sus brazos,
mi mente organiza la accion,
revolucion es la cuestion.
violencia gratuita mi enemiga,
accion directa con fundamento el fin,
unamonos es ahora y es aqui.
saludos y abrazos siempre clandestinos y libertarios
2010 el año del proletariado, LA REVUELTA CONTINUA.
1 comentario
DiEgO...° ( cabezon ¬¬) -